sábado, 27 de marzo de 2010

Yárrington: el "ángel caído" de Tamaulipas

PERIPLO POLÍTICO
Por: Ambrosio Garza Dragustinovis

Qué lejos están esos tiempos en donde Tomás Yárrington sólo tenía que levantar un dedo, para que todos se lanzaran al piso a rendirle pleitesías y alabanzas. Yárrington se creyó invencible y comenzó por perseguir a quienes no pensaban como él, a quienes no veían el mundo como él y mucho menos a quienes lograban encontrarle los miles de defectos que lo caracterizaban tanto a su persona como a su gobierno.

Gerardo Higareda Adam fue uno de los primeros en caer bajo los embates de la venganza política yarringtoniana; Pedro Hernández Carrizales, cayó después. Ambos personajes eran consentidos de Manuel Cavazos en su momento… y sufrieron de fea manera la persecusión y venganza yarringtoniana.

Poco a poco, Tomás Yárrington fue tejiendo una entramada red de complicidades y componendas en donde sus incondicionales se fueron apropiando del control político del PRI y de la entidad. Sólo aquellos grupos a los que no podía combatir o vencer eran cooptados con suculentas concesiones, canonjías o dinero; demostrando la avasalladora fuerza tomasista.

Pero como todo lo que empieza termina y como todo lo que un día es fuerte termina por sucumbir con el paso de los años, Tomás Yarrintong cayó por la inercia de los ciclos políticos en la entidad y peor aún cayó víctima de sus egos y de todas las cuentas pendientes que dejó en el uso y abuso de poder.



LA CAÍDA DE TOMÁS

La primera y más descarada caída, fue cuando todos los medios de comunicación que en el pasado fueron sus “consentidos” y le lanzaban feas corneteadas a cambio del pago de suculentas facturas, le ventilaron la cochina manera en que se apropió de 600 millones de pesos semanas antes de dejar el poder.

Se presume que millonaria suma (los 600 millones) se empleó para comprar una concesión de radio y fundar varias estaciones en toda la entidad o al menos en las principales ciudades del país.

La segunda descalabrada, que lo hizo cimbrar, llorar y evidenciar como un político en decadencia y en franca pérdida del poder, fue cuando uno de sus “consentidos”, Jesús Lavín Santos del Prado, a la sazón rector de la UAT, fue obligado de fea manera a renunciar. Es aquí, precisamente, cuando se empezó a escribir la debacle yarringtoniana en toda la entidad.

Yárrington había sacado a Humberto Filizola Haces de la UAT (después de más de 10 años de rectorado), a cambio de hacerlo diputado federal, siempre y cuando Haces mantuviera los controles universitarios adormilados, para que no se alebrestaran con los cambios que se avecinaban con su salida y la llegada de Lavín.

Al poco tiempo del cambio de poderes sexenales, Jesús Lavín fue obligado a salir por la puerta de atrás, por la puerta en donde salen los ladrones, los corruptos y los señalados. Los enormes abusos y los infames excesos de Lavín, además de negarse a reconocer el nuevo Gobierno del Estado, por órdenes de su “padrino” Yárrington, fue lo que obligó a su salida… Llegando en su lugar el reynosense José María Leal Gutiérrez para escribir otra historia.



NO PUDO SER DIPUTADO FEDERAL

Yárrington deseaba convertirse en diputado federal, porque sabía que con un cargo de tal envergadura, podría regresar al poder gubernamental a través de uno de sus incondicionales, como es Baltasar Hinojosa Ochoa.

Pero las puertas políticas que una vez fueron suyas se las cerraron de fea manera y en su nariz. Nadie de todos los que tenían el hilo de las definiciones políticas en sus manos, le apostó a Yárrington y mucho menos quiso hacer migas con él. Cabe decir que muchos de los que hoy están en el poder, fueron obligados en el sexenio de Yárrington a sentarse en la fría banca y eso no se olvida nunca… ahí están las consecuencias.

Yárrington fue obligado a que se replegara, a que se escondiera por un tiempo en las sombras, porque en plena puja por sus aspiraciones políticas hacia un cargo de elección popular, para su desgracia (aunque hay quienes dicen que fue el karma), detienen en enero del 2009, a quien un tiempo fue considerado el “fiscal de hierro”, Mariano Herrán Salvatti, por el delito de peculado (por robo), asociación delictuosa y ejercicio indebido del servicio público entre muchos más delitos.

Tras la detención de Herrán Salvatti, se ventila a la luz pública los nexos que sostuvo con Tomás Yárrington cuando ambos disfrutaban del poder público en sus diversos cargos.

Una carta de Herrán para uno de sus hijos, señalaba textualmente: “háblale a Tomás Yárrington, que nos ayude, que no se olvide, que se acuerde de los amigos y ofrécele…”

Dicha información nunca debió salir a la opinión pública, pero en Tamaulipas, a los medios de comunicación les llegó y en “paquete” a las mesas de redacciones, haciendo un festín mediático que se saboreó por largo tiempo.

En casi todos los medios de comunicación, entiéndase prensa, radio, televisión e internet, le dieron vuelo, revuelo y eco a las componendas que el propio Herrán Salvatti sostenía con Tomás Yárrington y a la súplica de ayuda que desde la cárcel clamaba a un personaje que sabía mucho de los negocios y lo nexos con las sombras de las ley.

La detención de Herrán, pero mucho más la carta en donde se le vincula a Yárrington con él, dio pie a muchas especulaciones, “sospechosismos” y análisis que terminaron por sepultar las aspiraciones de Yárrington en un mar de excrementos, señalamiento y pus pública que lo condenó al auto exilio de Tamaulipas, al ostracismo político del que poco a poco a intentado salir, sin poder conseguilo de manera clara.



SU FALLIDO REGRESO

Resignado (más obligado que por gusto) Tomás Yárrington, se conformó con que Baltasar Hinojosa Ochoa fuera premiado con la diputación del cuarto distrito federal por mayoría y con ello se le encendió una veladora al santo de los milagros, que al final de cuentas no sólo a Yárrington sino a muchos más no les quiso cumplir el milagro, pues el agraciado con la nominación del PRI a la gubernatura, fue el doctor Rodolfo Torre Cantú.

Con al precandidatura a la gubernatura definida, Yárrington opta por todos los medios incrustar a sus incondicionales a las alcaldías y diputaciones sin conseguirlo.

Sólo que desde el centro de la República, desde el “PRI de Manlio Fabio” se giró la indicación de bloquear a todo lo que huela a Yárrington, por aquella afrenta que le hicieron a su candidato Roberto Madrazo Pintado, a través del grupo “TUCOM”, en el 2006... en pocas palabras "el 2006 no se olvida".

En Tampico le bloquearon a Tomás Yárrington a su "alfil" Fernando Azcárraga, como aspirante a la alcaldía, y en su lugar colocaron a Óscar Pérez Inguanzo; como candidato a diputado federal, volvió a puchar a favor de Azcárraga, pero metieron a Pepe Rábago y ahora a Miguel Mansur Nader, el yerno de Álvaro Garza Cantú, a la alcaldía.

En Madero, fue desplazado Guadalupe González Galván y todo su grupo, cuando intentó regresar a la alcaldía, bajo el padrinazgo de Yárrington sin conseguirlo. Hoy está tratando de reventar al precandidato de la alianza PRI-Verde Ecolgista, Jaime Turrubiates, sin conseguirlo.

En Altamira Yárrington logró colocar a Genaro de la Portilla, pero le adivinaron la jugada y no pudo sostenerlo. De la misma manera fueron desplazados los tomasistas puros, como Juvenal Hernández, Armando Martínez Manríquez, Jorge García Galván y el famoso “Piojo”; incluso fueron desplazados hasta de las regidurías.

En Aldama también la gente de Yárrington fue desplazada, específicamente los hermanos Smer Silva, es decir Abad y Faisal, quienes asaltaron la alcaldía, quedándose Abad con la Presidencia Municipal y ahora intentando dejar al actual tesorero sin conseguirlo. Al final las intenciones de Tomas y de Abad no se cuajaron, pues Tito Albarrán se quedó con la precandidatura, siendo gente de Gonzalo Alemán Migliolo, un madracista de cepa y por consiguiente perteneciente al “PRI de Manlio Fabio”.

En el municipio de González, la gente de Yárrington también fue desplazada, pues Memín Ortega, tomasista de corazón, fue desplazado por Manuel González Parreño.

En Mante, la gente de Yárrington, a pesar de llevar Héctor López, como alcalde, fue bloqueado el grupo tanto para la sucesión municipal como para la diputación local.

En Xicoténcatl, los intentos de José de la Torre Valenzuela, por regresar a la alcaldía, fueron nulificados al meter al doctor José Andrés Picasso y ahora a don Atanasio Sánchez.

En Ciudad Victoria, Tomás Yárrington logró colocar al joven Arturo Diez Gutiérrez, a quien le vendió la idea de hacerlo gobernador de Tamaulipas, a cambio de que le permitieran comprar el 25% de las acciones de la empresa Transpaís, propiedad de la familia de la esposa de Arturo.

Antonio Martínez Torres, otro tomasista que fue rescatado del ostracismo político cuando quemó las credenciales del PRI, fue feamente bloqueado y sólo incluido en la lista de plurinominales en un lugar de difícil acceso al Congreso de Tamaulipas.

En el cuarto distrito, el cacique de Jaumave, José Gudiño Cardiel, también le aplicaron un estate quieto, pues todos los adversarios y enemigos de Gudiño consiguieron algo en la pepena, menos el propio Gudiño.

La familia Melhem, dueños de vidas y hacienda en toda la frontera Tamaulipeca, principalmente en Río Bravo, San Fernando y Valle Hermoso, fueron desplazados pues la gracia cayó en Bocanegra para Río Bravo, en San Fernando a Tomás Gloria Requena…

De ahí que se diga que Tomás Yárrington es el "ángel caído" de Tamaulipas, en alusión a la historia de Luzbel, aquel ángel que quiso ser más que Dios, convocando a una rebelión en el cielo y terminando por perder la revuelta, siendo arrojado al infierno como castigo por la sublevación... La alegoría no está tan alejada de la realidad.



LOS GOBIERNOS MUNICIPALES PANISTAS

El PRI perdió en los municipios que hoy gobierna el PAN, gracias a las jugadas de Tomás Yárrington; aunque se sabe que eso se acabará pronto.

Güémez y Soto la Marina fueron entregados para el clan Cárdenas, pues en el primer municipio mencionado lo gobierna y lo saquea Carlos Cárdenas, medio hermano de Gustavo; y en Soto la Marina, la suplente de Sacramento (el cuñado de Gustavo), Raquel Alonso Carmona.

En Llera está Héctor de la Torre Valenzuela, un tomasista puro. Y en la zona conformada por Antiguo y Nuevo Morelos así como Gómez Farías, está la mano de los hermanos César Augusto y Vicente Verástegui Ostos, quienes también pertenecen al establo de Tomás Yárrington, aunque bajo las siglas del PAN….