sábado, 17 de abril de 2010

Historias de traiciones

TANGENTE
Por Oscar Díaz Salazar

A mediados de los años ochenta, el PRI perdió en Reynosa las elecciones locales frente al Partido Autentico de la Revolución Mexicana, el partido cuyo emblema fue el monumento a la revolución y que en la descripción popular era el partido del círculo (posteriormente rectángulo) verde con la casita blanca.

La candidata derrotada del PRI fue la Sra. Ernestina Icaza de Contreras, y el candidato triunfador del PARM lo fue su tocayo, el Sr. Ernesto Gómez Lira, padre de la Senadora Amira Gómez y abuelo del actual pre candidato a diputado local Carlos Solís Gómez.

Fueron muchos los priistas que bajo el agua, como se dice coloquialmente, es decir con mucha discreción, apoyaron al finado Gómez Lira en su intento de regresar a despachar en la oficina principal del palacio municipal de Reynosa, en donde laboró años atrás con el nombramiento de Presidente de la Junta de Administración Civil, que se instituyó al polarizarse la sociedad reynosense (entiéndase los factores de poder) tras una elección de resultados confusos.

Fueron muchos los reynosenses que le negaron el voto a la Señora Tinita Icaza, principalmente por la coalición de porros universitarios y del sindicato petrolero que la acompañaron en el infructuoso intento de alcanzar una chamba que tuvo el que fue su marido, José Cruz Contreras.

En esa campaña hizo su debut político, apoyando a su padre y al PARM, la entonces ama de casa Amira Gómez Tueme, a quien su padre invitaba a hacer uso de la palabra en los “mítines” que en ese tiempo se acostumbraba desarrollar como estrategia de campaña.

Mucho agua a corrido por el Bravo, por el canal Rodhe y por el Anzalduas desde ese tiempo en el que la hija del candidato parmista, Amira, se dirigía a los colonos de Reynosa con un mensaje por demás sencillo, en el que se limitaba a pedirle a la concurrencia: “Ayúdenle a Papa, él los quiere mucho y les va a ayudar si llega a la presidencia”.

De esa campaña recuerdo también que la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, la CNOP de Reynosa, que en ese tiempo, como ahora, se trataba de la institución priista en la que se aglutina todo lo que no cabía en la CTM o CNC, organizó una reunión para apoyar al candidato del PARM, convocó a sus agremiados para manifestarle el apoyo al candidato contrario a su partido.

El sector popular del partidazo le llevó las contras al candidato de su partido, que, a juzgar por los resultados que consigna la historia, se trataba de una candidata que no preferían los reynosenses.

Como era de esperarse, las medidas disciplinarias y correctivas fueron aplicadas sin miramientos ni contemplaciones, el líder de la CNOP fue destituido de su cargo y relevado por el segundo de a bordo de la organización, y lo paradójico de este relato de hechos verídicos es que quien realmente convocó a la reunión de los ceneopistas con el candidato parmista, lo fue el numero dos del sector popular de Reynosa, el mismo que resultó ganancioso con el correctivo (cese) impuesto al numero uno.

Lo interesante de esta reseña es la identidad de los personajes que tuvieron un papel destacado en esa historia.

Nombres, nombres: el dirigente ceneopista destituido fue el profesor Raúl Zarate Lomas, el mismo que hoy preside el Comité Directivo Municipal del PRI, y el verdadero responsable de la traición a su partido, el numero dos de la organización, el que fue ascendido a la dirigencia a la salida de Zarate Lomas, era un joven, casi un chamaco, que responde al nombre de José Elías Leal… el mismo que hoy despacha como mandamás de la CNOP en el Estado.

Tomando en cuenta esta información, es valido hacerse la pregunta:
¿A quien ira a apoyar Pepe Elías, a Rodolfo Torre o a Sacramento Garza?


Reynosa, Tamaulipas a 16 de abril de 2010

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