TANGENTE
Por Oscar Díaz Salazar
El pasado fin de semana, en un acto celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador anunció su intención de buscar por segunda ocasión la presidencia de la republica. Se trata de un anuncio esperado, de una noticia que no lo es tanto, puesto que solo es la formalización de una decisión que ha sostenido con su actuación desde hace más de seis años.
López Obrador se declara candidato en campaña desde ahorita, a dos años de la elección presidencial. Lo hace obligado, pues el veto que sobre su persona y su proyecto político le han impuesto los medios masivos de comunicación, particularmente los electrónicos, lo obligan a buscar alternativas y ganarle tiempo al tiempo, si es que quiere abanderar una candidatura con posibilidades de triunfo.
Refiero esta información de carácter nacional, con el propósito de mostrarles una similitud en las condiciones en las que pretende competir, en la búsqueda de la presidencia municipal de Reynosa, el Lic. José Alfredo Castro Olguín.
Es cierto que sobre el actual presidente del Comité Municipal del PRD no se ha decretado veto alguno de parte de los propietarios de medios de comunicación en estos momentos. Pero también es cierto que en cuanto un personaje crece como prospecto que puede arrebatar el poder a los que lo detentan en forma tradicional, consuetudinaria –normal, dicen los priistas- se cierran los espacios en los medios informativos, a tal grado que a veces ni pagando la tarifa mas elevada se le da cobertura al que quiere hurtarle el poder a los legítimos (así lo creen los tricolores) poseedores.
Tomando como modelo a la campaña que en los últimos años ha desarrollado el Peje, me atrevo a sugerirle al aspirante a la alcaldía reynosense (dentro de 3 años y medio) lo siguiente:
Empieza desde ahora.
Si no hay dinero para pagar las entrevistas en la televisión, habrá que platicar con tiempo y de uno en uno, con los electores.
Si no hay recursos para contratar a un experto en mercadotecnia y comunicación política para que sintetice en dos líneas, o para ser más precisos en un spot de 30 segundos, la propuesta de campaña, se tendrá que mostrar, en reuniones y encuentros individúales, el proyecto de ciudad que se ofrece a los ciudadanos.
Si no se cuenta con presupuestos abundantes para pintarrajear la ciudad en los dos meses de la campaña constitucional, hay que plasmar desde ahora y poco a poco, en el paisaje urbano de nuestra ciudad, la propuesta, los colores y la imagen del candidato y el partido.
Si no hay dinero para acceder a los medios masivos de comunicación, se puede volver a los orígenes, dar un salto al pasado para ganar el futuro y recurrir al volanteo y al perifoneo para transmitir los mensajes que sustentan la propuesta y candidatura.
Se recomienda hacer un uso intensivo de los medios modernos de comunicación, esos que han democratizado la transmisión de información… hasta cierto punto pues aun resulta elitista un auditorio al que se llega por medio de una computadora. Facebook, Metroflog, Tweeter, Messenger y correo electrónico son las herramientas del político moderno.
Con el modelo pejista de hacer política, ese que por necesidad, mas que por elección, ha privilegiado la campaña de tierra sobre la de aire, se deben visitar las mas de 400 colonias de Reynosa, así como las comunidades rurales… sin olvidar a la colonia de Missioneros (de Mission Texas) que son los que pueden hacer contribuciones económicas al proyecto.
Las “polladas”, esas en las que se conoce a los “Desgraciados” que invita la “Señorita Laura” a su programa, son estrategias muy efectivas para convocar a la raza a que escuche la propuesta política… es lo menos que se puede hacer para corresponder a la gorra.
Si no hay dinero, ni publico ni privado, para regalar despensas, tinacos o materiales de construcción, hay que vender ideas, compartir proyectos, ofrecer ilusiones, regalar trabajo y conocimiento.
El trabajo comunitario, la ayuda para hacer arreglos a la vivienda y los espacios comunes, la compañía en momentos importantes, la orientación para resolver un problema son actos que no empobrecen al que los realiza.
La vida y obra de Jesucristo, la organización de los vendedores de Tupperware, la campaña de Barack Obama, la estrategia propagandística de Hitler, el modelo de negocios de Starbuck, la forma de trabajar de los Brothers de diversas religiones, los manuales sobre la guerra de guerrillas pueden ser buenas fuentes de inspiración para innovar y tener éxito en este reto político.
Concluyo con una frase que he escuchado varias veces en los últimos años:
No se pueden esperar resultados diferentes, si sigues actuando de la misma forma.
Por Oscar Díaz Salazar
El pasado fin de semana, en un acto celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador anunció su intención de buscar por segunda ocasión la presidencia de la republica. Se trata de un anuncio esperado, de una noticia que no lo es tanto, puesto que solo es la formalización de una decisión que ha sostenido con su actuación desde hace más de seis años.
López Obrador se declara candidato en campaña desde ahorita, a dos años de la elección presidencial. Lo hace obligado, pues el veto que sobre su persona y su proyecto político le han impuesto los medios masivos de comunicación, particularmente los electrónicos, lo obligan a buscar alternativas y ganarle tiempo al tiempo, si es que quiere abanderar una candidatura con posibilidades de triunfo.
Refiero esta información de carácter nacional, con el propósito de mostrarles una similitud en las condiciones en las que pretende competir, en la búsqueda de la presidencia municipal de Reynosa, el Lic. José Alfredo Castro Olguín.
Es cierto que sobre el actual presidente del Comité Municipal del PRD no se ha decretado veto alguno de parte de los propietarios de medios de comunicación en estos momentos. Pero también es cierto que en cuanto un personaje crece como prospecto que puede arrebatar el poder a los que lo detentan en forma tradicional, consuetudinaria –normal, dicen los priistas- se cierran los espacios en los medios informativos, a tal grado que a veces ni pagando la tarifa mas elevada se le da cobertura al que quiere hurtarle el poder a los legítimos (así lo creen los tricolores) poseedores.
Tomando como modelo a la campaña que en los últimos años ha desarrollado el Peje, me atrevo a sugerirle al aspirante a la alcaldía reynosense (dentro de 3 años y medio) lo siguiente:
Empieza desde ahora.
Si no hay dinero para pagar las entrevistas en la televisión, habrá que platicar con tiempo y de uno en uno, con los electores.
Si no hay recursos para contratar a un experto en mercadotecnia y comunicación política para que sintetice en dos líneas, o para ser más precisos en un spot de 30 segundos, la propuesta de campaña, se tendrá que mostrar, en reuniones y encuentros individúales, el proyecto de ciudad que se ofrece a los ciudadanos.
Si no se cuenta con presupuestos abundantes para pintarrajear la ciudad en los dos meses de la campaña constitucional, hay que plasmar desde ahora y poco a poco, en el paisaje urbano de nuestra ciudad, la propuesta, los colores y la imagen del candidato y el partido.
Si no hay dinero para acceder a los medios masivos de comunicación, se puede volver a los orígenes, dar un salto al pasado para ganar el futuro y recurrir al volanteo y al perifoneo para transmitir los mensajes que sustentan la propuesta y candidatura.
Se recomienda hacer un uso intensivo de los medios modernos de comunicación, esos que han democratizado la transmisión de información… hasta cierto punto pues aun resulta elitista un auditorio al que se llega por medio de una computadora. Facebook, Metroflog, Tweeter, Messenger y correo electrónico son las herramientas del político moderno.
Con el modelo pejista de hacer política, ese que por necesidad, mas que por elección, ha privilegiado la campaña de tierra sobre la de aire, se deben visitar las mas de 400 colonias de Reynosa, así como las comunidades rurales… sin olvidar a la colonia de Missioneros (de Mission Texas) que son los que pueden hacer contribuciones económicas al proyecto.
Las “polladas”, esas en las que se conoce a los “Desgraciados” que invita la “Señorita Laura” a su programa, son estrategias muy efectivas para convocar a la raza a que escuche la propuesta política… es lo menos que se puede hacer para corresponder a la gorra.
Si no hay dinero, ni publico ni privado, para regalar despensas, tinacos o materiales de construcción, hay que vender ideas, compartir proyectos, ofrecer ilusiones, regalar trabajo y conocimiento.
El trabajo comunitario, la ayuda para hacer arreglos a la vivienda y los espacios comunes, la compañía en momentos importantes, la orientación para resolver un problema son actos que no empobrecen al que los realiza.
La vida y obra de Jesucristo, la organización de los vendedores de Tupperware, la campaña de Barack Obama, la estrategia propagandística de Hitler, el modelo de negocios de Starbuck, la forma de trabajar de los Brothers de diversas religiones, los manuales sobre la guerra de guerrillas pueden ser buenas fuentes de inspiración para innovar y tener éxito en este reto político.
Concluyo con una frase que he escuchado varias veces en los últimos años:
No se pueden esperar resultados diferentes, si sigues actuando de la misma forma.
Reynosa, Tamaulipas a 4 de agosto de 2010
oscardiaz482@msn.com
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