jueves, 9 de diciembre de 2010

Gobernar con los recuerdos

TANGENTE

Por Oscar Diaz Salazar

La medicina fue la actividad que escogió su hermano menor para ganarse la vida, para lograr el sustento, para servir a los semejantes. Recordar el compromiso de Rodolfo con la salud de los tamaulipecos, y hacerlo propio, es una de las determinaciones que esperamos asuma su gobierno.

Recuerde que la formación profesional de Rodolfo se concretó en una institución de educación superior de carácter público. La Universidad Autónoma de Tamaulipas requiere mayores recursos y las facilidades para que de sus aulas egresen más y mejores profesionistas, más hombres comprometidos con su pueblo, más personas buenas, como su hermano.

Aunque su hermano fue un hombre comprometido profundamente con su partido, siempre fue respetuoso con quienes militaban en opciones partidistas distintas a la suya o disentían de sus creencias políticas. Esperamos que usted también consiga, con una actitud similar, inspirar el respeto en todos y cada uno de los actores políticos.

Rodolfo Torre fue miembro del Honorable Congreso del Estado y de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, por la decisión de los ciudadanos, expresada con votos en las urnas electorales. Honrará usted la memoria de su hermano, al abstenerse de intervenir en las tareas y responsabilidades del poder legislativo de Tamaulipas, al romper con la práctica nociva de subordinar a los poderes legislativo y judicial.

Porque empezó desde abajo en el servicio publico, su hermano sentía un gran respeto por la política y la administración gubernamental. Deseamos que en su gobierno se valore a los burócratas, se capacite a los empleados, se recompense con buenos salarios, se premie a los mas destacados, se privilegie el merito, la capacidad y el talento.

Rodolfo Torre cosechó en las urnas, en las tres elecciones que participó, incluyendo la elección para Gobernador de Tamaulipas, miles de votos que sembró con la semilla del afecto, del cuidado, de la atención, del trabajo constante, que cultivó con la solidaridad y el compañerismo, el apoyo desinteresado, la tarea bien hecha y a tiempo, la disciplina. Esperamos que usted administre responsablemente la herencia de afecto y confianza que constituye el legado de su hermano, que sepa responder a la esperanza de lograr una sociedad mejor.

En el rostro triste de tres jóvenes que ya no cuentan con al abrazo protector de su Padre, en sus sobrinos, vea usted a los miles de jóvenes que esperan de su gobierno las acciones que logren compensar las carencias de sus familias, para tener acceso a la educación, a la salud, a la sana recreación, al deporte, a un empleo bien remunerado.

En la mirada triste de una viuda, en el dolor de la compañera de su hermano, vea usted la pena que agobia a miles de familias tamaulipecas que lloran y sufren la ausencia de un ser querido, que sollozan por una muerte absurda, inútil, prematura. Piense en esas madres de familia que no cuentan con el apoyo de un compañero para hacerse cargo de su familia, al definir las prioridades de su gobierno.

En la voz de su Padre, cansada por el paso del tiempo y ahogada por los recuerdos del atentado brutal que llevó el luto a sus familias, encuentre el aliciente para hacer un gobierno justo; la inspiración para encabezar una administración eficiente, austera, humanista, sensible, responsable, honesta, transparente, decente, profesional; el aliento para enfrentar a los que robaron la tranquilidad a los tamaulipecos.

En el espejo que refleja la tristeza provocada por la ausencia de su hermano, vea usted el rostro de un hombre afortunado, al que la vida le dio la oportunidad de servir a los tamaulipecos, hacer realidad los sueños, concretar los proyectos, atender los compromisos y continuar con las tareas de su hermano, honrar su memoria y trascender.

oscardiaz482@msn.com