viernes, 18 de febrero de 2011

Un buen amigo...

Bajo sospecha
Por Víctor González Treviño


Estas líneas son dedicadas a un gran amigo: JORGE RABAGO VALDEZ a un año de su partida del mundo bizarro en que estamos viviendo actualmente. En estos momentos estoy elucubrando (frase favorita de Jorge) la historia de cuando lo conocí. Un servidor llegó a pedir trabajo, durante mi estancia en ciudad Madero al iniciar el nuevo milenio, al diario Desde Madero que dirigía ALBERTO DAVÍLA. 

Me dan la chamba para cubrir aeropuerto y encuestas, pasando un tiempo el reporteo estrella del diario andaba perdido en los placeres de Baco, entonces, me envían a mi a cubrir la nota política con el dirigente del sindicato de petroleros, a la “QUINA”, a los ministeriales, y yo, como todo reportero en ascenso solicite un medio de transporte. Me facilitaron un Sedan Volkswagen blanco. ¿Conoces la ciudad? me preguntó mi editor. Claro! Mentí con tal de tener el “Vochito” a mi cargo. 

A la semana me encuentro de noche en la redacción y aparece un personaje: Oye cabrón, tú eres Víctor? Y con toda la naturalidad conteste afirmadamente. JORGE se me quedó mirando y me dijo – A púes, regrésame mi carro y los sobres que te dieron-. 

Cabe decir que durante la semana que cubrí las fuentes de Rábago siempre me entregaban un sobre amarillo, algunos más grandes y gordos, dichos sobres los entregaba íntegros a mi editor. 

Esto lo explique a Jorge. Y montó en cólera, llamó al editor y se quedaron de ver en una cantina ubicada en la calle Primero de Mayo. 

– Oye, Alberto, no mames, que gacho no compartiste nada aquí con el chaval- Así recibía Jorge al editor. –No manito, te los guarde, yo como iba a saber las intenciones aquí de nuestra mas reciente adquisición- decía Dávila al mismo tiempo que me miraba. 

La verdad yo no entendía nada de lo que hablaban, y menos, con ya una carreta de bebidas que absorbían como esponjas, ni que decir del “mondongo” platillo culinario que siempre encantó a mi dilecto amigo. 

Me cuestionaron de cómo logre que los sobres se me entregaran. – Yo conteste- me decían los entrevistados que si la entrevista pasaría integra, respondía que sí, entonces hablaban a sus asistentes para ordenarles que me entregaran dichos sobres sin embargo, siempre me cuestionaban, ¿Estas seguro de que conoces a Jorge? Claro, a poco usted cree, que anda de vacaciones, ha de estar por ahí “empiernado”. 

Acto seguido me daban los sobres. Nuca supe su contenido. Sin embargo, sospechaba corrupción. Esa tarde noche con música de fondo de “Beto Quintanilla”, se desveló el misterio. –Pues, dame mi parte, no te hagas, Beto- señalando Jorge al maletín de Dávila. 

Y que se reparten el queso. Mi sorpresa es que no era el dinero lo que contenían los sobres. Eran un sinfín de medicamentos para los hombres que quieren más. Pastillas, hierbas, infusiones, vitaminas, folletos, etc…

Fue ahí donde Jorge me nombró por primera vez- es un placer conocer a tan ínclito amigo-. 

A los seis meses me regrese a la frontera y me volví a topar con Jorge años después que vino a trabajar acá, Su don de gente, hizo grandes amistades con reporteros de nueva generacion, él me trajo la noticia del fallecimiento de Dávila causada por la bebida. Y el gusto por la bebida, indirectamente, causó la pérdida de mi amigo hace un año victima de cobardes agresores, escorias que se amparan en la oscuridad y en la indiferencia de las autoridades. ¿Cómo va la investigación, señor Procurador de Justicia de Tamaulipas?..

En otro canal, este viernes 18 de febrero es la toma de protesta de los Comités integrados a Reynosa Asociación de Maquiladoras y Manufactureras a realizarse en el Salón del Prado II del Holiday Inn de la colonia Del Prado a las 8:30 am.

Hasta la próxima y recuerde escuchar Mi Radio Informa a las 6 de la mañana en su edición estatal y de 8:30 a 10:10 con Norma de León y a las 13:00 a 14:00 horas con un servidor en la frecuencia 1350 AM (www.miradio.com.mx) columnabajosospecha@gmail.com

Victor González Treviño
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