lunes, 5 de septiembre de 2011

Mochilas

Tangente
Por Oscar Díaz Salazar

Uno de los negocios que le causó mas escándalo al anterior Gobernador Eugenio Hernández Flores, no el más lucrativo, ni el más turbio, pero si el que más reacciones negativas inspiró en la opinión publicada, fue el de las mochilas que entregó en todas las escuelas de educación básica del estado.

Trascendió en ese único ciclo escolar en el que se repartieron las bolsas de manufactura china, que un funcionario de primer nivel, un Secretario del gabinete estatal, fue el negociante que personalmente viajó a las lejanas tierras del oriente para adquirir un lote de bolsas para el traslado de útiles escolares, mismas que posteriormente vendió al gobierno estatal, para ser finalmente entregadas a los escolapios que cursan su educación básica en Tamaulipas.

Las mochilas de color naranja eran de calidad ínfima, muy pinchurrientas. Presentaban fallas en las costuras y la tela, las uniones no soportaban el peso de los cuadernos y los libros que en promedio utilizan los estudiantes. Del diseño ni hablar, no fueron del agrado de los niños y adolescentes tamaulipecos.

Las pocas mochilas que fueron empleadas para el propósito original, para el objetivo propuesto en ese programa de dotación de útiles escolares, solo aguantaron unas cuantas semanas en buenas condiciones. Su vida útil fue fugaz, lo corriente de los materiales usados en su manufactura, provocó la falla a los pocos días de uso.

La critica se enfocó en esa ocasión en la mala calidad de las mochilas, no en la intención, digna de elogio, de dotar a los estudiantes de los instrumentos necesarios para cumplir con su tarea de educarse.

Considero muy acertada la decisión de apoyar con la entrega de útiles escolares a los muchachos y a los niños de Tamaulipas. Es de reconocer al gobierno actual, el que encabeza el Ing. Egidio Torre Cantú, su sensibilidad y su compromiso con las familias del estado, a quienes aligeró la carga económica en el inicio del ciclo escolar, con el suministro de un paquete de cuadernos, lápices y una mochila para cada uno de los educandos del nivel básico.

Lo que se critica y reprueba, tanto a Eugenio como al actual mandatario estatal, es la dualidad e ilegalidad en la que incurren sus colaboradores, al hacer funciones de proveedores, es decir, al aprovecharse para lucrar con la venta y suministro de objetos, al obtener una ganancia con una acción que prohíbe expresamente la ley.

Las buenas intenciones que inspiran este programa de entrega de útiles escolares, se contaminan aun mas con la malísima calidad de los productos que adquiere el gobierno. Esto implica que además de hacer negocios que no deberían, incurren en el fraude al suministrar artículos de mala calidad.

Pasó con el Geño Hernández y sucede ahora mismo con Egidio Torre, a quien sus colaboradores le empañaron el éxito de su primera acción en materia social, su debut en el tema de apoyo a la educación. Resulta que la bolsa -pues seria un exceso llamarle mochila- que les fue entregada junto al kit de útiles a los estudiantes de primaria y secundaria, no sirve ni para guardar el lonche, mucho menos para transportar el conjunto de libros, cuadernos y demás, que cotidianamente cargan los estudiantes.

La bolsa de color naranja, en tonalidad Egidio Torre, que repartieron en las escuelas, apenas rebasa la resistencia y funcionalidad que caracteriza a las bolsas en las que empacan las compras de Soriana o del Oxxo.

Lo mas grave de este asunto, es que la dichosa bolsa anaranjada en la que difícilmente caben 3 caguamas (algún uso alterno se le debe buscar) fue suministrada por un influyente colaborador del Ing. Torre Cantú, por un servidor publico que recién fue repatriado a Tamaulipas, luego de una prolongada estancia en la vecina entidad de Nuevo León, en donde tienen fama sus empresarios de ser buenos para los negocios.

En cuanto obtenga las pruebas que corroboren esta información, les diré si la papelería que surtió las mochilas naranja, cambió recientemente de propietario, de jure o solo de facto, como dicen los abogados. Lo que si puedo asegurarles es que el dueño real es un importante funcionario estatal.

oscardiaz482@msn.com