jueves, 12 de enero de 2012

Felipe Solís Acero

Tangente

Por Oscar Díaz Salazar
Mucho es lo que se puede decir del reynosense Felipe Solís Acero, recién designado Subcoordinador general de la campaña de Enrique Peña Nieto. Por la discreción que lo caracteriza, no es muy conocida su trayectoria política, a pesar de llevar muchos años desempeñando tareas partidistas, cargos de elección popular y posiciones administrativas de primer nivel.

Previendo que, por la importancia de la responsabilidad que le han confiado en la campaña del candidato del PRI a la presidencia de la republica, se multipliquen las notas y los comentarios sobre la vida y obra de Felipe Solís Acero, en esta ocasión solo les voy a compartir una brevísima síntesis de su curriculum, como preámbulo a una serie de comentarios que sobre el paisano Solís Acero me han hecho algunos de nuestros conocidos comunes.

¿Quién es Felipe Solís Acero?

Reynosense, de origen humilde, producto de la educación pública, de solida formación académica, abogado y politólogo, funcionario en el gobierno federal, diputado federal en dos ocasiones, funcionario del PRI nacional, egresado de la UANL, con extensa carrera en el gobierno federal y en el partido, discreto, eficiente, respetado y respetuoso, estudioso e inteligente, responsable, selectivo y muy leal en sus afectos, comprometido, actualmente diputado, muy cercano a Manlio Fabio Beltrones.

En la universidad

Lo recordaba con afecto la Lic. Patricia Ramos Arévalo, casi paisana del reynosense - pues era originaria de Rio Bravo -, y condiscípula de Solís Acero en la Facultad de Ciencias Políticas de la UANL.

Paty Ramos presumía de ser uno de los pocos políticos que podrían jactarse de haberle ganado una elección a Felipe Solís, la que definió la presidencia de la sociedad de alumnos de la Facultad.

Gratitud personal y familiar

Con respeto y afecto se refiere a él la viuda del profesor Baltazar Díaz Bazán, una maestra que lo conoció en su adolescencia, en una visita a la casa donde vivía con su esposo, el profesor de civismo que solía invitar a los estudiantes más destacados y con aptitudes para el liderazgo, para compartir los alimentos y continuar con las lecciones.

Siendo ya un funcionario de altos vuelos en el gobierno federal, Solís Acero interviene para resolver una traba burocrática que por mucho tiempo privó de algunos beneficios que la ley le otorga a la familia de los servidores públicos de la federación, cuando estos fallecen.

La visión de los rivales

Aunque el tiempo los llevó a posiciones muy distantes en lo político, el ex Regidor panista de Reynosa, Álvaro Garza Salinas, me platica que en su amigo Felipe Solís, encuentra a uno de los políticos priistas que le inspiran mas respeto.

“Varo”, como le llaman sus cuates, lamenta el no haberse dado el tiempo y la oportunidad de seguir en contacto con Solís Acero, de mantener el vínculo afectivo que en algún momento los llevó a trabajar juntos.

Con Oscar Luebbert

En la precampaña del entonces Senador Oscar Luebbert Gutiérrez, cuando buscaba la candidatura al gobierno de Tamaulipas en el relevo de Tomas Yarrington, pude apreciar la capacidad política del reynosense Felipe Solís Acero.

Solís Acero conocía a profundidad los estatutos del PRI y las leyes electorales, y eso le permitió ser el estratega de una campaña interna que puso en aprietos al Gobernador y a su candidato, y no soy ingenuo para pensar que el resultado de esa elección estuvo en algún momento en riesgo, lo que me queda claro es que batallaron mucho los hombres del gobierno y del PRI de Tamaulipas para vestir de legalidad y legitimidad un proceso cuestionado por un personaje que es experto en la materia y que en esa ocasión colaboraba con su paisano Oscar Luebbert.

Con los Broncos

Oscar Luebbert implantó la moda, entre los políticos de Reynosa, de acudir al parque de beisbol “Adolfo López Mateos” para presenciar el juego de beisbol del equipo Broncos.

A las gradas del parque llegaba toda clase de personajes que en la mayoría de los casos les importaba mas ver y dejarse ver, que las incidencias del terreno donde jugaban los peloteros. Felipe Solís, un actor de primera línea de la política nacional, muy amigo del político (el alcalde) que dispensaba favores en ese tiempo, se concentraba en el juego, se dedicaba a disfrutar el espectáculo sin hacer el menor esfuerzo por halagar a nadie (bueno, con excepción de su hijo y/o de su acompañante) sin más preocupación que alentar al equipo de casa para conseguir el triunfo.

oscardiaz482@msn.com

Reynosa, Tamaulipas a 12 de enero de 2012