martes, 7 de agosto de 2012

Guillermo “El precioso” Martínez

Tangente 
Por Oscar Díaz Salazar 

 A pesar del evidente interés periodístico que implica una denuncia al funcionario encargado de la relaciones con los medios de comunicación en el gobierno de Tamaulipas, la información fue soslayada por la mayoría de las empresas informativas, así como por los periodistas “independientes”. 

“La Pista” y “Notimar” son dos excepciones en ese silencio (¿cómplice?) en el que incurrieron la mayoría de los medios capitalinos que al parecer no detectaron la presencia de medio centenar de personas que se manifestaron en las puertas del Palacio de gobierno de Ciudad Victoria para acusar al C. Guillermo Martínez García de haber violado a una niña de 15 años. 

El grupo de manifestantes fue encabezado por la Sra. Maribel Contreras (de acuerdo a las notas de los medios antes citados), madre de la menor que fue violentada sexualmente por el Coordinador de Comunicación Social del gobierno del Estado de Tamaulipas, según las versiones recogidas por los periodistas y por los mensajes plasmados en las pancartas que exhibieron en el plantón. 

El señalamiento en contra del funcionario regiomontano encargado entre otras tareas de la “imagen” del Gobernador Egidio Torre, es directo y contundente, sin la mínima cabida o margen al error o a la confusión. En la grave denuncia que realizó públicamente la madre de la víctima, los cartelones que mostraban los quejosos incluían el nombre, el cargo y la fotografía del C. Guillermo Martínez García, cercanísimo colaborador del Gobernador del estado. 

De acuerdo a la nota informativa de la compañera María Jaramillo Alanís, la madre de la niña violada se manifestó públicamente para exigirle al Ejecutivo del estado la remoción de su subalterno para que no entorpezca la acción de la justicia y para que el individuo al que llamó “chacal” le haga frente a la denuncia penal que ya interpuso en su contra, misma a la que no han querido dar seguimiento las autoridades, por tratarse de un funcionario muy cercano al Gobernador Torre. 

De comprobarse las acusaciones de los quejosos, que ante la omisión cómplice de las autoridades tuvieron que hacer pública la denuncia que – supongo – preferirían mantener en secrecía los familiares de la víctima, para no perjudicarla, el vocero del Gobernador Torre Cantú podría ser sentenciado por los delitos siguientes; opciones que se presentan de acuerdo a la edad de la víctima y a la posibilidad de que hubiera actuado con su consentimiento.

Considero oportuno mencionar que aun contando con el consentimiento para sostener relaciones sexuales, tratándose de un menor de edad se considera delito. 

Establece el Código Penal para el Estado de Tamaulipas lo siguiente: 

ARTICULO 270.- Comete el delito de estupro quien tenga cópula con persona mayor de doce y menor de dieciocho años de edad, obteniendo su consentimiento por medio de engaño o mediante alguna maquinación. 

Este delito sólo podrá ser perseguido a petición de la parte ofendida o de sus padres y a falta de éstos, por su legítimo representante. 

ARTICULO 271.- Al responsable del delito de estupro, se le impondrá una sanción de tres a siete años de prisión y multa de doscientos a cuatrocientos días salario, si la víctima fuere mayor de doce y menor de catorce años de edad. 

Si la víctima fuera mayor de catorce y menor de dieciséis años de edad, al responsable del delito se le impondrá una sanción de uno a cuatro años de prisión y multa de cien a doscientos días salario. 

Si la víctima fuera mayor de dieciséis y menor de dieciocho años de edad, al responsable del delito se le impondrá una sanción de tres meses a un año de prisión y multa de cien a doscientos días salario. 

ARTICULO 272.- No se procederá contra el responsable del delito de estupro, sino por queja de la mujer ofendida o de sus padres, o a falta de éstos, de sus legítimos representantes. 

ARTICULO 273.- Comete el delito de violación, el que por medio de la violencia física o moral, tenga cópula con una persona sin la voluntad de ésta, sea cual fuere su sexo. 

ARTICULO 274.- Al responsable del delito de violación se le impondrá una sanción de diez a dieciocho años de prisión. 

Si la víctima fuere la esposa o concubina, sólo se perseguirá por querella de la parte ofendida. 

Si la víctima del delito fuere menor de doce años, o quien no tenga capacidad de comprender el significado del hecho o por cualquier causa no pueda resistirlo, la sanción será de 20 a 30 años de prisión. 

Para los efectos de este capítulo, se entiende por cópula, la introducción del miembro viril en el cuerpo de la víctima por vía vaginal, anal o bucal, independientemente de su sexo. 

Se impondrá la misma sanción y se considerará como violación al que introduzca por vía vaginal o anal, cualquier elemento, instrumento o parte del cuerpo distinto al miembro viril, por medio de la violencia física o moral, sea cual fuere el sexo del ofendido. 

Si la violación fuere precedida o acompañada de golpes o lesiones o se cometiere cualquier otro hecho delictuoso, se observarán las reglas del concurso real. 

Hasta aquí la transcripción del Código Penal De confirmarse la veracidad de las acusaciones de la enfurecida Madre, que en sus declaraciones llamó chacal asqueroso, violador maldito y animal, al Jefe de prensa del Gobernador, (y a juzgar por los boletines que “suben” al portal del gobierno, también lo es del DIF Tamaulipas), tendrá necesariamente que dejar la muy lucrativa chamba que le consiguió el cuñado consentido del Gobernador, para hacerle compañía a su antecesor en el cargo en el Penal de Ciudad Victoria, en donde podrán disputarse los favores de Durham, el reo más famoso del CERESO capitalino, encargado de darle la bienvenida a los violadores. 

Y si solo estamos ante una disputa interna por el poder, frente a una intriga palaciega de los colaboradores de Egidio Torre, tendríamos que reconocer que si lograron el objetivo de exhibir al supuesto violador, y al incompetente Secretario General de gobierno por no aplicar el “control de daños” necesario para evitar este escándalo. 

Obvio que ese control de daños implicaba la salida inmediata del violador, si en efecto incurrió en ese delito. Seguro estoy que el anterior gobernador, ni su esposa, hubieran permitido que un subalterno generara escándalos similares… y conste que solo hablo de los colaboradores. 

Tampoco nuestro gobernador “precioso”, piramidologo y esotérico a quien le cuelgan muchos milagritos similares, hubiera permitido que un colaborador siguiera cobrando en su administración luego de estar involucrado en un escándalo de esta naturaleza. 

Pero estos son otros tiempos, y tal parece que ya no hay prestigios que resguardar, imágenes para cuidar o apariencias para guardar. 

Acusar al gobierno de contar entre sus filas a un violador, es solo una raya mas para el tigre, pecata minuta.  

oscardiaz482@msn.com 

Reynosa, Tamaulipas a 6 de agosto de 2012