TANGENTE
Por Oscar Díaz Salazar
Pocos son los instrumentos que tenemos los ciudadanos de a pie para acotar al poder, para limitar, corregir o evitar los abusos de la autoridad, para remediar los males de nuestra vida publica, para encausar por la senda correcta la actuación de los gobernantes, para garantizar que se utilicen en nuestro favor y beneficio los recursos públicos.
Una de estas contadas herramientas es el voto que cada tres años emitimos – incluso no votar es una opción – para renovar a las autoridades locales, para elegir al presidente municipal y los demás integrantes del Cabildo (y aquí cabe recordar que el gobierno municipal lo ejerce una asamblea) así como a los integrantes del Congreso del Estado.
El día 4 de julio, bajo el resguardo que brinda el biombo o mamparo que se instala para garantizar la secrecía del voto, en esos 4 minutos promedio que tiene usted para elegir a los gobernantes, recuerde, piense, razone…
En las ocasiones en que de manera injusta ha sido detenido por un oficial de transito.
En el tiempo que utiliza para trasladarse a su lugar de trabajo, a realizar sus compras, o a la escuela, en una “pesera” destartalada, sucia, peligrosa y muy cara.
En las ocasiones en las que no ha podido bañarse o lavar su ropa, porque de las tuberías de agua solo emerge un hilo minúsculo de liquido turbio.
En la llanta que tuvo que comprar, y en lo caro que le salio reparar la suspensión de su auto dañado al caer en uno de los miles de baches que hay en la ciudad.
En el pago que mes tras mes tiene que hacer para que su hijo estudie la preparatoria o la universidad… y en lo falso que resulta en su ciudad eso de que la educación es gratuita.
En la ingesta de bebidas embriagantes como única opción para divertirse que tienen los jóvenes (y adultos) ante la falta de sitios para divertirse, practicar un deporte o socializar.
En las deficiencias en la recolección de la basura domestica que prueban la falsedad de la superioridad de los servicios concesionados a la iniciativa privada, sobre la actuación directa del gobierno.
En el abuso de los poderosos que se apropian de las áreas verdes.
En el derroche de recursos públicos aplicados en festejos para los turistas o para los mismos funcionarios, más nunca para el disfrute del pueblo.
En la sensibilidad social de los funcionarios que organizan festejos masivos de quince años, siendo omisos en los casos de pobreza extrema, hambre, falta de recursos para asistir a la escuela, problemas de salud, drogadicción y otras situaciones que bien pueden esperar.
En la oferta política de los candidatos que se caracterizan por su empatia con los pobres… esos que proponen acuarios, estadios de futbol, zoológico y parques de diversión para los niños… será para sus propios niños, a la manera del alcalde victorense Arturo Diez Gutiérrez.
Piense en el terror que han experimentado sus familias con las secuelas de la lucha por el control de los territorios, de los nuevos dueños de la región que todavía en los libros de texto se denomina Tamaulipas.
Reynosa, Tamaulipas a 14 de junio de 2010
oscardiaz482@msn.com
oscardiaz482@gmail.com
oscardiazsalazar@yahoo.com.mx
Por Oscar Díaz Salazar
Pocos son los instrumentos que tenemos los ciudadanos de a pie para acotar al poder, para limitar, corregir o evitar los abusos de la autoridad, para remediar los males de nuestra vida publica, para encausar por la senda correcta la actuación de los gobernantes, para garantizar que se utilicen en nuestro favor y beneficio los recursos públicos.
Una de estas contadas herramientas es el voto que cada tres años emitimos – incluso no votar es una opción – para renovar a las autoridades locales, para elegir al presidente municipal y los demás integrantes del Cabildo (y aquí cabe recordar que el gobierno municipal lo ejerce una asamblea) así como a los integrantes del Congreso del Estado.
El día 4 de julio, bajo el resguardo que brinda el biombo o mamparo que se instala para garantizar la secrecía del voto, en esos 4 minutos promedio que tiene usted para elegir a los gobernantes, recuerde, piense, razone…
En las ocasiones en que de manera injusta ha sido detenido por un oficial de transito.
En el tiempo que utiliza para trasladarse a su lugar de trabajo, a realizar sus compras, o a la escuela, en una “pesera” destartalada, sucia, peligrosa y muy cara.
En las ocasiones en las que no ha podido bañarse o lavar su ropa, porque de las tuberías de agua solo emerge un hilo minúsculo de liquido turbio.
En la llanta que tuvo que comprar, y en lo caro que le salio reparar la suspensión de su auto dañado al caer en uno de los miles de baches que hay en la ciudad.
En el pago que mes tras mes tiene que hacer para que su hijo estudie la preparatoria o la universidad… y en lo falso que resulta en su ciudad eso de que la educación es gratuita.
En la ingesta de bebidas embriagantes como única opción para divertirse que tienen los jóvenes (y adultos) ante la falta de sitios para divertirse, practicar un deporte o socializar.
En las deficiencias en la recolección de la basura domestica que prueban la falsedad de la superioridad de los servicios concesionados a la iniciativa privada, sobre la actuación directa del gobierno.
En el abuso de los poderosos que se apropian de las áreas verdes.
En el derroche de recursos públicos aplicados en festejos para los turistas o para los mismos funcionarios, más nunca para el disfrute del pueblo.
En la sensibilidad social de los funcionarios que organizan festejos masivos de quince años, siendo omisos en los casos de pobreza extrema, hambre, falta de recursos para asistir a la escuela, problemas de salud, drogadicción y otras situaciones que bien pueden esperar.
En la oferta política de los candidatos que se caracterizan por su empatia con los pobres… esos que proponen acuarios, estadios de futbol, zoológico y parques de diversión para los niños… será para sus propios niños, a la manera del alcalde victorense Arturo Diez Gutiérrez.
Piense en el terror que han experimentado sus familias con las secuelas de la lucha por el control de los territorios, de los nuevos dueños de la región que todavía en los libros de texto se denomina Tamaulipas.
Reynosa, Tamaulipas a 14 de junio de 2010
oscardiaz482@msn.com
oscardiaz482@gmail.com
oscardiazsalazar@yahoo.com.mx