TANGENTE
Por Oscar Díaz Salazar
Las plataformas petroleras cuentan con helipuerto, pues es por helicóptero la única forma de acceder a esas moles de acero ancladas en mar abierto.
Los grandes hospitales cuentan con su propio helipuerto, en esos casos el tiempo de acceso al nosocomio para atender a los heridos o enfermos, es el factor que justifica el uso de helicópteros para el traslado, y por ende la construcción de un helipuerto.
En las grandes ciudades, especialmente en las que existen edificios muy altos y escasas áreas abiertas, se han construido helipuertos en las azoteas de los rascacielos. Se construyen en la parte mas alta porque es difícil bajar hasta el nivel de piso y no se cuenta con superficies amplias para al aterrizaje seguro.
En las instalaciones militares y policíacas, en cuarteles y complejos carcelarios, se construyen helipuertos para no exponer a las autoridades que acuden a estos sitios y para no correr el riesgo de que escapen los infractores de la ley recluidos en esos lugares.
En minas, complejos industriales, centros de investigación y plantas que manejan sustancias peligrosas, se omite la construcción de accesos terrestres, para limitar y controlar la visita, y para eso se construyen helipuertos.
Los ricachones, cuando su fortuna lo permite, cuando es tanta su riqueza que los obliga a limitar sus contactos con la gente ordinaria, para no exponerse al robo o al plagio, o simplemente cuando llegan a pensar que no es correcto mezclarse con la chusma, deciden trasladarse por aire y de ahí surge la necesidad de edificar helipuertos en su residencia, en sus oficinas, en su rancho y en sus casas de descanso.
El socio de Carlos Slim acostumbra viajar en helicóptero y por eso le resulta sencillo tener actividades en cualquier parte del territorio nacional, y pernoctar invariablemente en su casa en el Distrito Federal.
Uno de los hombres mas acaudalados de Tamaulipas, que por supuesto reside en Mission Texas, la colonia mas bonita de Reynosa, desarrolla día con día, una rutina similar a la del socio del hombre mas rico del mundo, según la revista Forbes. El individuo del que les hablo, originario del “Pi Ei”, Poblado Anahuac, municipio de Valle Hermoso Tamaulipas, y apodado el “Ampayer”, sale de su casa en “El Cimarrón” con las fresca de las 9 de la mañana para abordar un helicóptero que lo lleva a cualquier punto del territorio nacional en el que su constructora tenga trabajo. De acuerdo a lo que me informaron, el Sr. Castillo no tiene helipuerto en su casa.
La posibilidad de viajar en helicóptero para los simples mortales, para la raza de bronce (bueno, para las clases medias… medias fregadas) la tenemos, o la tienen los afortunados que pueden pagar un viaje a la ciudad del pecado: “Las Vegas”, en donde podrán acceder a un paseo aéreo por la módica cantidad de cien dolarucos.
Les platico estas historias de helicópteros y helipuertos, para que comprendan mi indignación con las autoridades del gobierno de Tamaulipas que decidieron construir una superficie de aterrizaje para helicópteros en la azotea de la nueva torre de gobierno.
Para cualquiera que tenga dos dedos de frente – y no este interesado en el 20 % de un gasto inútil – resulta evidente que la obra es superflua, inútil, ociosa, y que resultaba mas sencillo, mas barato y mas seguro, circular un perímetro a nivel de suelo para que en el mismo aterricen cualquiera de los 300 helicópteros del gobierno tamaulipeco… esto ultimo, por supuesto que es broma.
Es sabido que en Ciudad Victoria no hay edificios altos, mucho menos en la barranca en a que se construyó el complejo de edificios públicos denominado “Parque Bicentenario”, por lo que es fácil asegurar que no se requería un helipuerto en la parte mas alta del único edificio vertical de la capital del estado.
Los delirios de grandeza de los funcionarios que para nuestra fortuna ya se van, y el apego a la receta que indica: “has obra, que algo sobra”, son los factores que explican la edificación de un helipuerto en la Torre Bicentenario, construcción que domina el polígono de obras públicas erigido en las barrancas aledañas al río “San Marcos”… que representa para los tamaulipecos una deuda de 8 mil millones de pesos.
oscardiaz482@msn.com
Por Oscar Díaz Salazar
Las plataformas petroleras cuentan con helipuerto, pues es por helicóptero la única forma de acceder a esas moles de acero ancladas en mar abierto.
Los grandes hospitales cuentan con su propio helipuerto, en esos casos el tiempo de acceso al nosocomio para atender a los heridos o enfermos, es el factor que justifica el uso de helicópteros para el traslado, y por ende la construcción de un helipuerto.
En las grandes ciudades, especialmente en las que existen edificios muy altos y escasas áreas abiertas, se han construido helipuertos en las azoteas de los rascacielos. Se construyen en la parte mas alta porque es difícil bajar hasta el nivel de piso y no se cuenta con superficies amplias para al aterrizaje seguro.
En las instalaciones militares y policíacas, en cuarteles y complejos carcelarios, se construyen helipuertos para no exponer a las autoridades que acuden a estos sitios y para no correr el riesgo de que escapen los infractores de la ley recluidos en esos lugares.
En minas, complejos industriales, centros de investigación y plantas que manejan sustancias peligrosas, se omite la construcción de accesos terrestres, para limitar y controlar la visita, y para eso se construyen helipuertos.
Los ricachones, cuando su fortuna lo permite, cuando es tanta su riqueza que los obliga a limitar sus contactos con la gente ordinaria, para no exponerse al robo o al plagio, o simplemente cuando llegan a pensar que no es correcto mezclarse con la chusma, deciden trasladarse por aire y de ahí surge la necesidad de edificar helipuertos en su residencia, en sus oficinas, en su rancho y en sus casas de descanso.
El socio de Carlos Slim acostumbra viajar en helicóptero y por eso le resulta sencillo tener actividades en cualquier parte del territorio nacional, y pernoctar invariablemente en su casa en el Distrito Federal.
Uno de los hombres mas acaudalados de Tamaulipas, que por supuesto reside en Mission Texas, la colonia mas bonita de Reynosa, desarrolla día con día, una rutina similar a la del socio del hombre mas rico del mundo, según la revista Forbes. El individuo del que les hablo, originario del “Pi Ei”, Poblado Anahuac, municipio de Valle Hermoso Tamaulipas, y apodado el “Ampayer”, sale de su casa en “El Cimarrón” con las fresca de las 9 de la mañana para abordar un helicóptero que lo lleva a cualquier punto del territorio nacional en el que su constructora tenga trabajo. De acuerdo a lo que me informaron, el Sr. Castillo no tiene helipuerto en su casa.
La posibilidad de viajar en helicóptero para los simples mortales, para la raza de bronce (bueno, para las clases medias… medias fregadas) la tenemos, o la tienen los afortunados que pueden pagar un viaje a la ciudad del pecado: “Las Vegas”, en donde podrán acceder a un paseo aéreo por la módica cantidad de cien dolarucos.
Les platico estas historias de helicópteros y helipuertos, para que comprendan mi indignación con las autoridades del gobierno de Tamaulipas que decidieron construir una superficie de aterrizaje para helicópteros en la azotea de la nueva torre de gobierno.
Para cualquiera que tenga dos dedos de frente – y no este interesado en el 20 % de un gasto inútil – resulta evidente que la obra es superflua, inútil, ociosa, y que resultaba mas sencillo, mas barato y mas seguro, circular un perímetro a nivel de suelo para que en el mismo aterricen cualquiera de los 300 helicópteros del gobierno tamaulipeco… esto ultimo, por supuesto que es broma.
Es sabido que en Ciudad Victoria no hay edificios altos, mucho menos en la barranca en a que se construyó el complejo de edificios públicos denominado “Parque Bicentenario”, por lo que es fácil asegurar que no se requería un helipuerto en la parte mas alta del único edificio vertical de la capital del estado.
Los delirios de grandeza de los funcionarios que para nuestra fortuna ya se van, y el apego a la receta que indica: “has obra, que algo sobra”, son los factores que explican la edificación de un helipuerto en la Torre Bicentenario, construcción que domina el polígono de obras públicas erigido en las barrancas aledañas al río “San Marcos”… que representa para los tamaulipecos una deuda de 8 mil millones de pesos.
oscardiaz482@msn.com