miércoles, 17 de noviembre de 2010

Historias potosinas

TANGENTE

Por Oscar Díaz Salazar

El personaje central de estas historias es, como se esperaría del titulo de las mismas, oriundo del Estado de San Luis Potosí. Para ser más precisos en la ubicación del origen del individuo que con el tiempo se avecindó en la capital tamaulipeca, les diré que un sobrenombre inspirado en el gentilicio que se le pudo haber dado a nuestro personaje es el de Renacuajo Real y heredero al trono.

De la infancia que vivió con estrecheces económicas en una comunidad en la que se supone que abundan las ranas, según lo indica su nombre, poco se sabe. Sus biógrafos oficiosos omiten su época infantil, y en cambio destacan su juventud licenciosa en la capital de las tunas.

No se le puede reprochar al soberano(a) de los renacuajos por no haberse formado y educado desde la juventud, como el Señorón que con el tiempo ha llegado a ser. Sus limitaciones económicas pospusieron por varios años su educación, tanto la formal, la que se obtiene en las aulas, como la que se sintetiza en el Manual de la Educación y las Buenas Costumbres de Carreño, y se consigue y practica en el Casino Victorense y en el trato cotidiano con las familias de bien.

Los que conocen la historia del joven potosino con apellido de otra ciudad capital de la región Huasteca, aseguran que no pudo cursar más allá del tercer semestre de la carrera de comunicación en la universidad estatal de la entidad tunera, por razones de carácter económico.

Los meses de alegría en el campus universitario, dieron paso a las largas jornadas para ganarse la vida honradamente. La fabricación y venta de “bolis” fue la actividad que lo alejo de los libros y le abrió las puertas a la vida laboral por la vía de la informalidad.

Varios de sus paisanos consultados para construir esta historia, afirman que tuvo mucho éxito con la venta de bolis de yogurt, una delicia gastronómica que el muchacho introdujo en el gusto de los potosinos.

Entre las calles y las tiendas de barrio de San Luis Potosí y el cuartucho en el que fabricaban los hielos de sabores, transcurrieron varios años en la vida de este joven que a pesar de sus limitaciones económica era feliz, disfrutaba quizás del periodo mas feliz de su existencia…

En aquellos años en los que aun no surgía la ambición que hoy le caracteriza, la felicidad lo acompañaba y le alegraba sus días. Le bastaba el magro ingreso que con el sudor de su frente se ganaba, y la clave de su bienestar, de su felicidad, de su alegría y de su existencia, era la gratísima compañía que encontraba en su gran amigo, en su más querido amigo, en su gran compañero, en su socio al que los amigos apodaban “El Sida”.

Al perder a ese gran amigo, la reacción natural fue querer alejarse del sitio donde algún tiempo fue muy feliz, pero que con la pena y el dolor provocados por su ausencia, ya no le resultaba grato. Además de buscar la distancia para superar la pena, le inquietaba retomar el oficio del que abandonó la formación teórica, pero siempre mantuvo la vocación.

Hasta la ciudad en la que desemboca el “Bravo” se trasladó el joven para desempeñarse en una chamba en la que debutó años atrás en SLP.

La fortuna le empieza a sonreír desde el momento en que lo recomiendan para trabajar en la empresa donde labora la Madre superiora de los jefes de prensa de las dependencias del gobierno de Tamaulipas.

Aunque no destaca en su trabajo como reportero, tiene la fortuna de conocer a las personas indicadas en el momento apropiado. Los matamorenses que mandaron galleta en el sexenio maharishi, lo reclutan y se lo traen a la capital tamaulipeca, en donde le encargan la oficina de prensa de un miembro del gabinete del gobernador del sombrero.

El golpe de suerte que lo eleva a alturas inimaginables para un modesto reportero lírico, se le presenta cuando lo comisionan para pulir la imagen del Pigmalión del napoleoncito matamorense, del joven empresario al que moldeó a su imagen y semejanza y lo llevó de la presidencia de la Cámara de la Industria de la Construcción al Comité de Financiamiento del candidato a la presidencia de la republica, de la diputación federal a la alcaldía de la capital y de ahí al palacio del 15 y 16.

De esa época en la que trabajaban arduamente en la tarea de enamorar a los matamorenses… victorenses, tampiqueños y a todos los tamaulipecos, algunos de sus amigos recuerdan el bunker en el que ensayaban incansablemente las poses, los tonos y los gestos en preparación a la tarea de enunciar discursos y presidir actos de campaña, todo esto en una sala rodeada de espejos y frente a una imagen fotográfica de una multitud silenciosa y sumisa, similar a la que lo ha escuchado en estos últimos seis años.

LA BODA

Maduro y soltero encontró el éxito económico y profesional, mas como creció en la muy tradicionalista y mojigata sociedad potosina, sabia que le hacia falta una compañera para formar una familia, la familia que todo Señor de su estatus debe tener.

Lo más selecto de las sociedades tamaulipecas y potosinas se dio cita en el salón más exclusivo de San Luis capital, para atestiguar la boda del vendedor de bolis de yogurt, transmutado en millonario por obra y gracia de la política tamaulipeca.

El Coordinador de Asesores del corazón de Tamaulipas celebró sus nupcias en el recinto más lujoso y bajo los acordes de la Orquesta Sinfónica de la Universidad que lo adoptó por tres semestres.

El escocés de 18 años de las mas variadas marcas, fue la bebida mas modesta que se sirvió en este festejo nupcial posterior al matrimonio religioso celebrado en la catedral.

Cigarrillos de todas marcas, habanos, cohíbas y puros elaborados en diversas naciones, eran ofrecidos a los asistentes de la fiesta por el enlace matrimonial del cercanísimo colaborador del gobernante tamaulipeco. El elegantísimo salón adoptó un parecido a los lujosos cabarets en los que años atrás se ofrecían (a la venta en esos casos) cigarrillo y tabacos en varias presentaciones.

El PREMIO MAYOR

Sus ingresos mejoraron visiblemente desde que se hizo cargo de la relación con los medios de comunicación de la administración municipal de Ciudad Victoria. El sueldo era mas alto, la compensación generosa, la caja chica le permitía cargar casi todos sus gastos al gobierno capitalino, y la rasurada a las gratificaciones y ajustes a los convenios le dio margen para elevar su nivel de vida.

Todo esto, con ser bueno, era mínimo comparado con la vida que le esperaba cuando su tarea de pulir la imagen de su jefe dio el mayor de sus frutos: la gubernatura.

Se cuenta que como preparación para su nueva vida, se dio a la tarea de cumplir con la exigencia que tienen todos los que se desenvuelven en el servicio público - todos sin excepción, hombres y mujeres, jóvenes o viejos - de ser licenciado(a) o señorita(o)… la opción que le quedaba, luego de varios años de vida disipada y actividades clandestinas, consistía en hacerse licenciado.

Recordara usted que tras un año de intenso trabajo para posicionar la imagen del candidato, para llevar con éxito la campaña interna y para coronar con un triunfo arrollador en las urnas electorales la campaña constitucional, el numero uno emprendió un largo y prolongado viaje de descanso, para no robarle cámara a su antecesor y patrocinador, en la recta final de su mandato.

En ese mismo lapso de 5 o 6 semanas, el potosino regresó a su tierra a concluir su formación universitaria y tramitar su titulo profesional para estar en condiciones de exigir que le nombren licenciado.

Le bastaron 6 semanas para cursar y aprobar las materias correspondientes a los 7 últimos semestres de la carrera de Licenciado en Ciencias de la Comunicación, tomar el curso de titulación y proceder a la legalización del mismo, así como tramitar la cedula profesional.

Uno de los sinodales que aplicó el examen profesional al universitario exprés, de apellido Camacho, ha sido recompensado generosamente con una excelente chamba en el gobierno de Tamaulipas en los pasados seis años.

LOS NEGOCIOS

A propósito de exprés, palabra que califica la meteórica educación universitaria de nuestro personaje, ese mismo nombre tiene la publicación que se edita en San Luis Potosí, por una empresa propiedad, a trasmano, con prestanombres, del sujeto al que desde su origen habita en el lodazal, en las charcas.

El “1913” y dos restaurantes de postín mas, la tercia en la capital del vecino estado, son tres de los negocios del ramo gastronómico que son propiedad del funcionario mas sofisticado del gobierno de Tamaulipas