Por Oscar Díaz Salazar
En la columna de este día comparto con ustedes algunas reflexiones sobre lo que seguramente no ocurrió en la primer visita del Gobernador Egidio Torre Cantu a Reynosa.
No le dijeron que en Reynosa hay cientos de familias viviendo en terrenos no apropiados para construir casas. Que el ITAVU ha fallado rotundamente en su tarea de ofrecer suelo apto para fincar los hogares de los reynosenses que solo cuentan con recursos económicos modestos.
No le dijeron que los ciudadanos que acostumbran cumplir con sus obligaciones, sufren para pagar sus contribuciones, para tramitar una licencia, para renovar las placas de sus vehículos, porque la Oficina Fiscal tiene un horario limitado, y el personal que ahí labora es insuficiente para atender la demanda.
No le informaron que en los hospitales del sector salud faltan medicinas, fallan los equipos, se ausentan los médicos y se cometen errores graves para la salud de los pacientes.
No le comentaron que en las Oficinas del Registro Civil, las tarifas no son visibles a los usuarios, o se ignoran con el menor pretexto, para cobrar mas de lo que les fue autorizado por la ley.
No le dicen como ni para quien trabajan las policías que formalmente están bajo su mando.
No escuchó reclamos por la desatención del gobierno estatal - la institución y no su persona - hacia la sociedad reynosense. La no correspondencia entre los impuestos que recauda en el municipio, y los servicios y obras que se prestan en el mismo.
No le dijeron de la anarquía que caracteriza a varios de los servicios que por mandato de la ley debe ofrecer el gobierno a su cargo.
No le hablaron de los abusos en los que derivó el programa de reparto de despensas, una idea noble en su concepción, que terminó en vil estrategia electorera en su aplicación.
No le recordaron, por si no lo leyó en la prensa, de los problemas que existen en el penal de Reynosa, institución que con el nombre sexenal que sea, también está bajo su responsabilidad.
No le advirtieron que el gobierno estatal ha sido lento y-o irresponsablemente omiso en la creación de instituciones de educación media y superior, para ofrecer una posibilidad de estudiar a los jóvenes reynosenses.
No le comentaron que los habitantes del municipio mas poblado de Tamaulipas necesitan espacios para la recreación sana, para practicar deportes, para oxigenar el ambiente, para socializar.
No le comunicaron que los reynosenses esperan ver un cambio radical en el gobierno del Estado, que les devuelva la esperanza en un futuro mejor, la fe en que se puede construir una ciudad más amable, más justa, más segura, mas humana.
No le informaron que las dependencias estatales que tiene presencia en Reynosa, siguen atendidas por los funcionarios del sexenio anterior. Y no le comentaron que los reynosenses tienen prisa por empezar a corregir el rumbo, una prisa que el Gobernador no comparte, a juzgar por la demora en cambiar a los jefes de oficina.
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Reynosa, Tamaulipas a 26 de enero de 2011