domingo, 13 de febrero de 2011

“Corrupción del Voto”

Visión Empresarial
Por Jorge Pensado

Fue una de las tantas expresiones que utilizó en uno de sus últimos discursos como presidenta nacional del PRI, en el evento conmemorativo al aniversario del natalicio de Luis Donaldo Colosio, una Beatriz Paredes desencajada y fuera de su estereotipo habitual, producto de la evidente molestia porque les dieron de su propio chocolate en las recientes elecciones de Guerrero y Baja California Sur.


Corrupción del voto que el propio PRI engendró por su necesidad de controlar la voluntad popular y asegurar el triunfo de sus candidatos, por malos, corruptos o impopulares que estos fueran, ya que bajo un esquema democrático perdería inevitablemente.

Corrupto y corruptor es el sistema político mexicano que género el PRI en 70 años de “Dictadura Perfecta”, bajo el rol sucesorio de las diferentes familias revolucionarias que tenían derecho a ejercer la presidencia y enriquecerse sin consideración alguna con el dinero de sus gobernados.

Corrupto el sistema democrático y las elecciones donde se compra o manipula el voto, como Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Durango, Coahuila y muchos otros que aún no tienen alternancia política y en donde gobierna el PRI, --- cualquier parecido es mera coincidencia---, a pesar del presupuesto millonario que se ejerce para garantizar elecciones limpias y democráticas, pero que dilapidan los Consejeros Electorales impuestos por el gobernante en turno, y que sólo sirven para tratar de legitimar unas elecciones de origen canteadas a favor del partido en el poder.

Beatriz Paredes dio a conocer en este discurso su verdadero yo interno, por la molestia y el inconveniente de que de estar seguros de ganar las presidenciales del 2012, ya el día de hoy no pueden apostar por ello ya que la mayoría de los mexicanos honrados y que tenemos memoria, así como deseamos un país más próspero y sin tantas desigualdades, no queremos que regrese el PRI a los Pinos, con o sin alianzas, ya que la sociedad sabe que con el PRI no tendríamos ninguna oportunidad de un futuro para nuestros hijos.

Beatriz Paredes está molesta, así como lo está Peña Nieto y cuantos ya se veían de regreso para recuperar el tiempo perdido y mejorar su economía propia, por lo que tendrán que replantear su estrategia y con seguridad les costará más de lo presupuestado.

El pueblo sabe lo que quiere y tolera hasta donde quiere , el empobrecer sistemáticamente a la mitad del país con fines electorales tarde o temprano cobra la factura, a los gobernantes o a la propia sociedad por no actuar a tiempo, cual el caso de la inseguridad que vivimos, producto de la falta de oportunidades a una juventud desesperada, o el movimiento social de Egipto, basta que el pueblo se manifieste y se lo proponga para derrumbar la pared más alta o realizar la tarea por mas difícil o imposible que esta se vea.

Lo sucedido en Egipto es un ejemplo mundial y puede ser el parte aguas para un cambio en otras naciones o sociedades igualmente oprimidas o manejadas por políticos corruptos y corruptores como los que nos heredo tras 70 años el PRI en México.

Finalmente el PRI como tal no es el problema, es el sistema político, corrupto y corruptor, depredador de las finanzas públicas que se conformó durante 70 años de privilegios a unos cuantos y de sufrimiento a millones, que el PAN y el PRD en lugar de combatir lo están usando bajo el mismo mecanismo, con la misma visión de los gobernantes en turno, generando más pobreza y desesperanza popular.

Bajo este descontento lógico y entendible del mexicano con sus autoridades, no nos suceda hoy, como sucedió con Geño Hernández ---de triste memoria para los tamaulipecos, que se empeñaba en decir que no pasaba nada---, haber si tras negarlo cientos de veces, finalmente se acepte que todo esto de la inseguridad si era una insurgencia financiada por la delincuencia organizada como reiteradamente y cada vez con más frecuencia lo mencionan las autoridades estadounidenses.

Finalmente pasemos con los seres amados el día del amor y la amistad, más mercantilizado que nunca antes, pero sirve de pretexto por lo menos un día al año para acordarnos de darle un beso o un fuerte abrazo a nuestra esposa, o pareja, a nuestros hijos y padres.