lunes, 7 de marzo de 2011

Con las rodillas en el suelo

Visión Empresarial
Por Jorge Pensado Robles

La reunión Obama – Calderón, bajo el contexto de la inseguridad, pero sobre todo propiciada por el asesinato del agente especial de la Agencia de Inmigración y Aduanas, ICE por sus siglas en inglés, Jaime Zapata, no parece o no trasciende nada importante de ella, mas pareció un llamado a Calderón para recriminarle esto.

De lo que hablaron o acordaron sólo lo sabremos dentro de unos años, lo que deja el terreno libre para la especulación, así que dentro de ese marco se puede pensar que fue a tratar asuntos de inseguridad o políticos o electorales.

En tanto esto se da, los ciudadanos de a pie, los mortales y pagadores de impuestos, gracias a los cuales los políticos pueden medrar con el presupuesto vivimos en Tamaulipas secuestrados.

Secuestrados por nuestros propios miedos, el miedo a la autoridad y a la delincuencia.

Y si bien los problemas de inseguridad están permeando como la humedad silenciosamente en todo el país, es una realidad palpable, que basta dejar los límites de la entidad para percibir y respirar otra atmósfera.

El crecimiento económico del país, que en 2010 fue superior al 5.5 %, se aprecia con todo vigor en otras muchas regiones, las cuales hablan de otro país.

Un México hoy, que es producto de las decisiones de dos generaciones de gobernantes sin escrúpulos, pero sobre todo sin amor por nuestro país y sin el carácter para negarse a realizar acciones que en conciencia sabían perjudicaría al país a la vuelta de algunos años.

Políticos emanados principalmente del PRI que hoy ya se ven de regreso en los Pinos de la mano de Moreira y Peña Nieto.

En tanto esto sucede nuestras autoridades estatales miopes no ven, escuchan o perciben lo mismo que los mortales pagadores de impuestos.

Hablan y hablan de planes y fantasías mentales que sólo ellos y sus subordinados aplaudidores se las creen.

En Tamaulipas lo único que nos importa es recuperar la tranquilidad, poder transitar libremente a la hora que queramos, no estar con el Jesús en la boca cada que algún ser querido abandona el hogar.

Estamos hartos de aparatos de seguridad espectaculares para resguardar la integridad física de políticos o familiares, estamos hartos de políticos que no requieren ese despliegue de escoltas y del abuso que de ello emana.

Yo me cuestiono si la vida de un político vale más que la de cualquier otro ciudadano, o acaso no tenemos el mismo riesgo; yo me pregunto si vale más la vida de un político corrupto y depredador de las finanzas públicas o un empresario que genera fuentes de empleo y paga los impuestos con los que los políticos se dan la gran vida.

Si bien entiendo de la trascendencia y el riesgo que conllevan algunas responsabilidades como la de quienes juzgan e imparten justicia o la del propio Ejecutivo, no puedo entender porque hasta algunos directores tienen que andar presumiendo un despliegue de guardaespaldas, cuando es más fácil hacer las cosas bien, honradamente, no pasar por encima de los derechos de los ciudadanos y hacer su trabajo pensando primero en las necesidades del pueblo.

Pues en este mismo tenor y ya por último, como lo comentaba líneas arriba, recuperar la seguridad y poder dormir tranquilos es lo único que a los tamaulipecos nos importa realmente en este momento y los recientes nombramientos en la Secretaria de Inseguridad -no es pifia- a nadie convencieron, y si por el contrario a los mas preocuparon porque ello habla de la insensibilidad de la autoridad , así como de la poca importancia que le presta al tema, lo que nos deja una vez más a los ciudadanos en un estado de indefensión.