martes, 24 de mayo de 2011

Carlos Castro Medina

Tangente
Por Oscar Díaz Salazar

Fue Secretario de Salud, o Jefe de los Servicios Coordinados de Salud en el Estado, o como fuera que se hubiere llamado al funcionario estatal de mayor rango en materia de salud pública, en el sexenio de Manuel Cavazos Lerma.

Su merito inicial, el ganchito que le abrió las puertas de acceso al servicio público, fue el matrimoniarse con la hija del que creíamos líder eterno de la Confederación de Trabajadores de México, CTM por sus siglas.

Ser yerno del longevo Secretario General de la CTM, Fidel Velázquez, le permitió tener un cargo de primer nivel en la administración estatal encabezada por un Gobernador que paradójicamente se le recuerda por haber combatido a los cacicazgos obreros en varios municipios.

Quiso ser presidente municipal de Ciudad Victoria, y el veredicto en las urnas no le fue favorable, pues el carisma del muchacho alegre, el poder de los Cárdenas González y el rechazo de la clase política victorense, al matamorense del sombrero, se conjugaron para que fuera Gustavo Cárdenas, con las siglas del PAN, quien ejerciera el cargo de alcalde de la capital, en la primera mitad de la era maharishi.

De su campaña política en busca de la alcaldía capitalina, campaña que como ya dije no consiguió el éxito, recuerdo el uso de su imagen en silueta, no en fotografía. Utilizó esa técnica antes que Fox y que Barack Obama… pero eso son simples anécdotas.

Para emitir un juicio de valor sobre su actuación, debo confesar que no me siento calificado, porque no presté atención a su trabajo, ni soy experto en la materia. Sin embargo, me voy a permitir platicarles algunos detalles que me fueron confiados por un médico traumatólogo, que lo mismo labora en el sector salud, que ejerce la medicina privada en su propio consultorio.

El Doctor del que voy a compartir su opinión, es una persona que tiene credibilidad en estos asuntos, pues se trata de un tipo serio, de un buen profesional de la medicina, que además le interesa la política y su corazoncito late fuerte por la derecha.

Me decía mi amigo el facultativo, que siempre había tenido dudas sobre los datos y estadísticas del INEGI, y que aceptó la mayoría de sus cifras, hasta que las cotejó con los censos que realiza el sector salud en Tamaulipas.

Para explicarme la razón de su confianza en los números que maneja el sector salud, me decía el amigo medico - político que los promotores, los brigadistas en las campañas de vacunación y los que de una forma u otra realizan trabajo de campo, recorren la ciudad y las comunidades rurales, casa por casa, cuadra por cuadra, colonia por colonia, sin dejar una sola vivienda sin visitar.

Esa opinión general sobre la efectividad en el sector salud, fue el antecedente que usó el ex Regidor panista para platicarme que en los tiempos en los que el jefe era Carlos Castro Medina, fue cuando mejor se hicieron las cosas, que el médico de barba cerrada (en aquellos años) exigía que se hicieran las cosas en forma correcta y a tiempo, que se consiguieran los mejores resultados, que se hiciera lo que se debía, aunque luego se debiera lo que se hizo… por ahí va ese juego de palabras que se usa para describir la exigencia de buenos resultados.

Un panista que sabe de aguacates – del sector salud en Tamaulipas – es la fuente que yo tengo para decirles que no se equivocó Manuel Cavazos cuando dijo que era una lástima para los victorenses el haberse privado de tener un buen presidente municipal, pero que los tamaulipecos habían ganado un buen servidor público.

Carlos Castro regresa al servicio público, pero no lo hace en el área de la salud, quizás porque en ese sector se mantiene una gran parte del equipo del Dr. Rodolfo Torre, el equipo que acompañó al difunto hermano del Gobernador en la tarea de cuidar la salud de los tamaulipecos… y en la hazaña de lograr la gubernatura para… uno de los suyos.

Veremos si en el Doctor Carlos Castro Medina, recién designado Director del Colegio de Bachilleres de Tamaulipas, se aplica eso de que los políticos tricolores lo mismo sirven para un barrido, que para un fregado.

oscardiaz482@msn.com