Por Jinete Azul
Dicen los creyentes que ser gordo, gordito o gordote, no es ningún pecado; lo que sí es una falta capital según los fieles, es ser goloso con la comida y glotón con el dinero, sobre todo si ambos excesos se llevan a un grado superlativo…
Si mal no recuerdo, fue en el año del 2004 cuando Francisco Javier Grasa de Coss, pretendió irrumpir intempestivamente en la arena política de Reynosa como candidato a la presidencia municipal por el Partido Acción Nacional.
Para lograr ese sueño guajiro, el camionero venido a político no contaba mas que con el apoyo de una docena de amigos aglutinados en el grupo denominado Sinergia en Acción, de los cuales muy pocos eran miembros activos o adherentes del PAN.
Cuentan los que vivieron esa chusca aventura – que por poco les pega, ya que la contienda con su tocayo García Cabeza de Vaca fue sorpresivamente cerrada – que en ese malogrado grupo político empresarial las que en realidad trabajan eran las esposas de sus amigos.
Después de esa contienda interna, el Kung Fu Panda albiazul se creyó con los tamaños y el derecho de exigirle al entonces candidato a la presidencia municipal de Reynosa, una candidatura la diputación local. Para bien o mal – juzgue usted – esa candidatura se la dieron al Dr. Alfonso de León.
Para conformarlo y gracias a la intervención del ahora legislador Leonel Cantú Robles, le concedieron a Grasa de Coss una regiduría, que a la postre recayó en las traidoras manos del también galeno Regino Bermúdez. ¿Recuerdan la manta que sostenía el Dr. Bermúdez Alvear exigiendo en el Congreso que investigaran a su propio alcalde panista Cabeza de Vaca?
Desde aquellos años, la única gracia política y constancia que se le conocen a la Marrana Atorada, ha sido la de darle contras desde el PAN a quien lo llevara de la mano a ese Partido, a su compadre Cabeza de Vaca. Gracia que le valió para que al tiempo, haiga sido como haiga sido, le ayudaran a comprarle la Presidencia del Comité Directivo Estatal.
¿Qué ha hecho desde esa posición de privilegio Grasa de Coss? Defecarla una y otra vez, sin prisa pero sin pausa, y para muestra uno que otro botón: aprobó la nefasta reforma electoral local, perdió los 8 distritos electorales de Tamaulipas en el 2009 cuando su Partido había ganado 5 en el 2006, perdió todos los distritos electorales locales en el 2010, etc…
Eso sí, su redonda barriga ha crecido casi tanto como sus cuentas bancarias y sus negocios, apoyados por supuesto en las recomendaciones y en los contratos que se le han conseguido desde diversos escritorios de la capital de Tamaulipas y del propio Distrito Federal. De hecho, varios funcionarios y operados políticos presumen de haber sido el conducto en distintas ocasiones para hacer llegar a Grasa de Coss su billetito.
¿Pero qué podemos esperar de un tipo que falsifica facturas para quedarse con dinero que le pertenece a su Partido? ¿Por qué habría de sorprendernos esta conducta de quien hasta los convenios de publicidad incumple? ¿Qué no haría por una lanita el que del propio edificio del PAN se robó una placa de oro para empeñarla en la esquina más próxima?
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