Por Oscar Díaz Salazar
El Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática en Tamaulipas nunca había tenido una sede tan apropiada, funcional y bonita, como la que tendrá a partir de esta misma semana en la que se darán los toques finales a la tarea de restaurar la casa que se encuentra sobre la calle 17 de la capital del estado.
Ubicada a media cuadra del palacio municipal de Ciudad Victoria y a una cuadra del palacio de gobierno, y establecida sobre la vialidad mas emblemática y mas bella del municipio capitalino, la casona que servirá de recinto oficial del PRD tamaulipeco, es la representación material de una nueva época en el partido del sol azteca, bajo la conducción del neolaredense Jorge Valdez Vargas.
Hay un mundo de diferencia entre la casa en ruinas que albergó a la directiva perredista encabezada por Jorge Sosa Pohl y la residencia antigua, pero recién restaurada, en la que decidió Jorge Valdez instalar las oficinas del órgano de dirección del partido que utiliza los colores amarillo y negro en su logotipo.
Muy apropiado para festejar el 22 aniversario de la fundación del PRD, es la puesta en funcionamiento de las nuevas oficinas, mismas que se ubican en la zona más importante y representativa desde el punto de vista político, de la ciudad sede de los poderes en nuestra entidad.
Esperemos que el adagio que indica “Vida nueva en casa nueva”, se cumpla en el caso de este partido, al que mucho le urge dejar atrás y superar la tendencia decreciente en las votaciones y creciente en el registro de litigios y desencuentros entre las diversas expresiones que cohabitan en el instituto, que a pesar de todo, sigue siendo la mejor opción política de la izquierda en México.
Los antecedentes de Valdez Vargas y del grupo político que lo respalda, junto con la fracción de la Nueva Izquierda que lo acompaña en la tarea de conducir al perredismo tamaulipeco, me permiten augurar una mejoría en la intención de voto y un papel mas decoroso en la tarea de ser oposición a los partidos que gobiernan en Tamaulipas.
De inicio, me parece que no es cosa menor el haber decidido mudarse de la covacha en la que despachaba el ex alcalde de Madero, a la soberbia casona en la que se respetó lo sustantivo en cuanto al estilo arquitectónico y el diseño de interiores, y se cambió lo suficiente para hacerla funcional.
La pena ajena que provocaba la imagen de la anterior sede del partido, era sin embargo una casa digna (mas bien indigna) de lo que en ella hacia y dejaba de hacer el ex inquilino de la cárcel de Andonegui.
Esperemos que las decisiones que tomen Jorge Valdez y el resto de la dirigencia perredista, sean dignas de la nueva casa del PRD en Tamaulipas. Espero y deseo que la excelente imagen que hoy tiene el partido – su sede, es decir su manifestación material – se corresponda con el trabajo político, con la lucha social, con el compromiso, con la búsqueda de consensos internos y sobre todo con la independencia del gobierno y su partido y la solidaridad con las causas populares.
Concluyo con una felicitación al presidente Jorge Osvaldo Valdez Vargas, por el aniversario 22 del PRD y por estrenar casa, y agrego la petición para que haga extensivo mi mensaje y mis mejores deseos a los militantes del Partido de la Revolución Democrática.
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