viernes, 13 de mayo de 2011

Deportes

Tangente
Por Oscar Díaz Salazar

Siempre me sorprenden los comentaristas deportivos, los narradores del juego de pelota, los cronistas de las justas deportivas, los locutores que tienen la misión de describir las incidencias de un encuentro deportivo.

Es una delicia escuchar a los cronistas deportivos, cuando tengo ganas y no a todo momento, como nos los quieren endilgar los programadores de la televisión, que nos ofrecen los deportes en cantidades industriales, hasta el hartazgo.

Me divierte escuchar a Roberto Hernández junior, el maestro de la televisión regiomontana, por quien supe que en el terreno de juego, en la cancha de futbol, hay unos jugadores que se llaman “carrileros”, otros “medio volante”, y que resulta muy difícil encontrar a un buen futbolista que juegue de “ocho”.

Del “Perro Bermúdez”, locutor estrella de Televisa, sé que ha tenido tanto éxito, que incluso se organizan concursos para ver quien imita mejor al señor que le prestó su voz y sus comentarios, a los juegos de futbol del “Play Station”.

Por Bermúdez, me enteré que un pelotazo a lo mas alto de las tribunas implica un saludo al satélite Morelos, que un jugador acaricia la pelota, como lo hace con la novia, que los pases de pelota pueden ser versallescos y que la mejor forma de describir la disputa de un balón por parte de varios jugadores es repetir “tuya, mía, te la presto.”

De los cronistas de béisbol, deporte que su servidor prefiere por encima del futbol, en el que a mucha honra presido la Liga Antifútbol de Reynosa, de los locutores del juego de pelota y rey de los deportes me quedo con dos frases que se emplean para narrar un jonron, o home run, que es una de las jugadas mas espectaculares de este deporte:

La primera es cuando el comentaristas dice: la pelota se va, se va, se va… y se fue a chi..

Y la segunda es de tiempos mas recientes: no, no no no, nooo, díganle que no, que no y que no, regresa esta pelota.

Elegantes y con un buen manejo de las cifras, los recuerdos y las historias, suelen ser las narraciones del box de la televisión mexicana… este es uno de los espectáculos por televisión que mas me gustan.

Luego de compartirles este breve, escueto, parco y mínimo conocimiento que tengo del deporte y del espectáculo deportivo, que no es lo mismo, pero para mi es igual, porque en ambos aplica mi ignorancia, les diré que respeto tanto el oficio periodístico, y su especialización en el deporte, que no me atrevería a invadir este terreno, que es uno de los que encuentran mas atractivos los estudiantes de la licenciatura en comunicación.

Falso e ignorante me vería escribiendo sobre deportes, como falso y acartonado se escuchaba Javier Aguirre – el Vasco para sus fans – cuando lo pusieron a recitar una arenga nacionalista, de esas muy al estilo Televisa, con la que quieren vendernos la idea de que el patriotismo estriba en el apoyo que le brindemos a la selección mexicana de futbol.

Comparto con ustedes estas breves notas que ponen de manifiesto mi ignorancia en materia deportiva, para decirles que respeto mucho el trabajo de los que han hecho del deporte la materia prima de su labor periodística, al igual que sucede con el periodismo de sociales, la nota policiaca y los que se dedican al espectáculo y la farándula.

A los colegas de otros giros informativos, no los hago ni considero menos… pero tampoco creo que sean superiores a los que trabajamos la nota política. Sobre la base de ese respeto que les ofrezco, me atrevo a exigir lo mismo para quienes estamos interesados en la política.

Dicho lo anterior, paso a comentarles que el Director de Comunicación Social del gobierno de Tamaulipas es un especialista en periodismo deportivo, es un profesional calificado para hablarles de tu a sus paisanos Roberto Hernández Junior y Ernesto Chabana, el cómico que conduce un programa de revista y variedades con inspiración deportiva.

Guillermo Martínez no sabe de nota política, nunca ha trabajado en estos temas, tampoco sabe de periodismo impreso, lo suyo es la televisión, desde que fracasó en la dirección del periódico que le heredó su padre.