martes, 12 de junio de 2012

Esta vez la casa pierde

Por: Joaquín Olea 

Televisa es un jugador despiadado. Acostumbrados a controlar todas las variables del juego, apuestan siempre a ganar. 

Durante la dictadura priista, el anterior dueño del consorcio mediático “El Tigre" Azcárraga compraba quinielas de 25 millones de dólares con la seguridad de que en menos de un año los iba a quintuplicar.

En los tiempos de la alternancia decidieron abandonar su ancestral militancia priista y mostrar su verdadera naturaleza: la de vulgares mercenarios de la información. 

Así, transitan entre partidos y candidatos ofreciéndose siempre al mejor postor. Esto, a pesar de ser altamente inmoral no sería ilegal. 


Se brinca la delgada línea que en los terrenos de la información separan la moralidad de la legalidad cuando -como lo documenta el periodista Jenaro Villamil- un medio de información utiliza su poder de investigación y de difusión para extorsionar a un funcionario o a un candidato como Televisa lo hace con Enrique Peña Nieto. 

Poseedor de un tormentoso pasado desde que era candidato a la gubernatura del Estado de México, Televisa -expertos en la manipulación de perfiles negativos- le vendió su silencio a Enrique Peña Nieto. 

Y, apoyados en su pretendida lindura le vendieron también la idea de convertirlo en el próximo presidente de México realizándole una campaña como si fuera una rock star del establo de la televisora. 

Estos detalles que la televisora se empeñaba en negar ya no pudieron ser ocultados. Mismos colaboradores de la empresa se han encargado de difundirlos. 

Copias de los millonarios cheques recibidos por los “formadores de opinión” del canal de las estrellas para que “hablen bien de Peña Nieto y ataquen a sus adversarios” -en especial al candidato del Movimiento Progresista Andrés Manuel López Obrador- inundan las redes sociales, y esta semana que termina, el periódico inglés The Guardian asestó un poderoso golpe al difundir información confidencial de los “arreglos” económicos entre la empresa y el candidato del PRI y el Partido Verde. 

La amargura y la frustración inunda el anteriormente radiante rostro de las fulgurantes estrellas del canal de las estrellas. 

Así se percibió durante la reciente entrevista realizada a Andrés Manuel López Obrador para el programa de opinión “Tercer Grado”. 

Más que entrevistadores profesionales y objetivos parecían fieras hambrientas, mastines carniceros a punto de destazar a una desvalida presa que finalmente se les fue viva y con la convicción nacional de que los chamaqueo. 

De nada sirvieron los graznidos escandalosos de Adela Micha, el rostro casi espumeante de Ciro Gómez Leyva, la desesperada insistencia de Joaquín López Dóriga, las estadísticas inventadas de Carlos Loret de Mola; al final no lograron arrancarle ni siquiera una pluma al gallo. 

Seguramente Televisa no ha jugado todas sus cartas. Va a ser parte fundamental de la guerra sucia contra el candidato del Movimiento Progresista. No por algo es líder en la copiosa difusión que se les está dando a las supuestas adhesiones de Vicente Fox, Manuel Espino y Rosario Robles a la campaña de Peña Nieto. 

Siguen sin saber interpretar los tiempos y las circunstancias. Los apoyos de tres personajes extraídos del tiradero moral de la basura política no pueden ser de gran ayuda para un candidato chatarra. 

Sin embargo “Dios lo hace y ellos se juntan” Estamos ante un escenario sumamente incierto. 

Pudiera ser que el masoquismo social que ha mencionado Andrés Manuel López Obrador continúe prevaleciendo en esta elección; tal vez el fraude inevitable que se llevará a cabo en los estados priistas con la complacencia de los funcionarios locales del IFE incline la elección hacia el candidato de Televisa. 

Tal vez Televisa se salga con la suya. No lo sabemos. Lo que es indudable es que desde la Ibero México ya no es el mismo y que la guerra sucia se le puede revertir a los que la inician y la propagan. 

El escenario político del 2012 es totalmente diferente al de 2006. Para la inmensa mayoría de los ciudadanos mexicanos; de los probables electores el próximo primero de julio; para los jóvenes de hoy; para el movimiento #yo soy el 132, Televisa ya perdió.